Momentos importantes
etapas de la vida > 0-6 meses
Durante los tres primeros meses de vida de tu bebé todo es nuevo: para ti, el hecho de convertirte en madre; y para tu bebé, el mundo entero. Pasad mucho tiempo juntos para conoceros bien y establecer unos lazos fuertes.
Las horas de dormir y despertarse se convertirán gradualmente en una rutina de día y noche. Pero no te alegres demasiado pronto: la velocidad a la que esto ocurre varía enormemente de un niño a otro, y lo máximo que cabe esperar en cualquier caso son seis horas de sueño de un tirón.
Aunque a los demás les parezca que lo único que hace tu bebé es dormir, comer y llorar, no solo está creciendo y ganando fuerza cada día, sino que cada vez está más alerta y activo. Tu bebé está aprendiendo a levantar y sostener la cabeza cuando lo colocas boca abajo e incluso puede girarla para mirar algo interesante.
Los bebés tienen una fascinación innata por las caras. A pesar de que solamente percibe las caras de manera simplificada y es incapaz de distinguir una de otra, tu bebé reconocerá la cara de mamá y papá.
Alrededor de las 6-8 semanas, llega el gran momento en el que tu bebé te sonríe por primera vez. Los padres, así como cualquier otra cara familiar que lo mire, serán recompensados con una sonrisa deslumbrante.
Los patrones de llanto y el comportamiento se hacen más sofisticados y alcanzan su punto álgido con el temido cólico de los tres meses. A partir de entonces, la intensidad del llanto suele reducirse de manera constante.
Los brazos y las piernas que al principio se sacudían descontroladamente empiezan a calmarse y a estar más coordinados. Tu bebé empezará a examinar sus manos meticulosamente, poniéndolas en su boca y juntándolas sobre el pecho. Se está preparando para el siguiente paso en su desarrollo: el agarre intencionado.
A partir de los 4 meses tu bebé empezará a moverse por el mundo, alejándose cada vez más de sus padres. Si todo ha ido bien en los primeros meses, tu hijo se sentirá seguro en su entorno, descubriendo el mundo que le rodea a la vez que empieza a balbucear, desarrolla una curiosidad radiante y emite las primeras secuencias de sonidos melodiosos.